En apenas tres décadas el campo de Rivesaltes fue testigo de tres grandes conflictos en la historia de Francia, de Europa y también del norte de África: la guerra civil española, la Segunda Guerra Mundial y la guerra de Argelia.

Durante este periodo, los barracones del campo de Rivesaltes vieron desfilar a miles de personas —hombres, mujeres y niños— de distintas procedencias, culturas y nacionalidades. El paso de estas comunidades por el campo de Rivesaltes es una muestra de los desplazamientos forzosos que provocaron estos conflictos, así como los movimientos de descolonización que agitaron el siglo xx.

Construido como centro de entrenamiento militar, el campo de Rivesaltes acabó desempeñando otras muchas funciones: «centro de acogida» para extranjeros indeseables, campo de internamiento para pueblos víctimas de la política de exclusión del régimen de Vichy, campo de tránsito hacia Auschwitz-Birkenau a través de Drancy, campo de prisioneros de guerra alemanes, zona de tránsito para los auxiliares extranjeros del ejército francés, así como «campo de agrupamiento de los harkis y sus familias». Su historia es también la de los republicanos españoles, de los judíos extranjeros, de los gitanos, de los prisioneros de guerra del Eje, de los harkis, de los prisioneros del Frente de Liberación Nacional (FLN) y de guineanos y norvietnamitas y todos aquellos que lo habitaron en condiciones a menudo muy duras.

1939
1941 - 1942
1945 - 1948
1962 - 1964
Después 1964
1939

Un campo destinado a los militares

1939

La llanura de Rivesaltes, con sus vastas extensiones de garriga, estuvo, desde 1923, en el punto de mira de las autoridades militares como espacio apto para el entrenamiento y las maniobras militares y de tiro.

Aunque la idea de construir un gran cuartel militar en Rivesaltes se remonta al periodo de entreguerras, la construcción del denominado «campo Joffre» (el mariscal Joffre era oriundo del pueblo de Rivesaltes) se inicia al poco de empezar la Segunda Guerra Mundial. El campo de Rivesaltes, aún por terminar, albergó ya en 1939 a pequeños grupos de nativos en tránsito procedentes de las colonias, mientras que se construían otros campos en la región destinados a los republicanos españoles que llegaban con la retirada.

En otoño de 1940, el Ministerio de la Guerra cede la gestión de los campos de internamiento al Ministerio del Interior. Este, en un intento por evitar el hacinamiento que sufrían los campos de Argelès-sur-Mer, Saint-Cyprien o Gurs, a finales del año 1940 erige nueve bloques de barracones en el campo de Rivesaltes con la idea de crear un centro de acogida. Los primeros convoyes de internos llegan el 14 de enero de 1941.

La función militar del campo de Rivesaltes se desarrollará al compás de la Segunda Guerra Mundial y las distintas etapas de este conflicto: la declaración de guerra y la movilización, la «drôle de guerra» o guerra falsa y la batalla de Francia, el armisticio y la desmovilización del ejército francés bajo el régimen de Vichy, la invasión del sur de Francia por las tropas operativas alemanas y, finalmente, la retirada de las tropas alemanas y la Liberación. Este uso militar perdurará de forma intermitente hasta su cierre dejando en sus 612 hectáreas las marcas de una historia compleja.

Ancienne carte du camp en 1939
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El internamiento administrativo y el engranaje hacía el desastre

1941 - 1942

El 12 de noviembre de 1938, el decreto francés para el internamiento administrativo de «extranjeros indeseables» establece legalmente en Francia el confinamiento de todas aquellas personas que pudieran representar un «peligro potencial» para el país.

En el momento en que se votó este documento, se dirigía principalmente a los refugiados de la Alemania nazi y de Europa Central y Oriental. El primer campo de internamiento que se abrirá será el de Rieucros, en Lozère, en enero de 1939. Poco tiempo después fueron añadidos a la lista cientos de miles de republicanos españoles y civiles que huían de la Guerra Civil en España tras la caída del frente norte, y a los que el gobierno francés no había previsto acoger. En un contexto de fuerte xenofobia, a la llegada de más de 450.000 españoles (que en un primer momento fueron instalados durante largo tiempo en las playas del Rosellón –Argelès-sur-Mer, Saint-Cyprien y Le Barcarès–), le siguió la construcción de una treintena de campos de internamiento.

La instauración del régimen autoritario de Vichy en julio de 1940 generalizó una política de exclusión de los extranjeros indeseables e institucionalizó el antisemitismo. En pocos meses, más de 50.000 personas fueron trasladadas a campos del sur de Francia.

El centro de acogida de Rivesaltes se creó oficialmente el 14 de enero de 1941. Además de los internos españoles, había también judíos extranjeros y gitanos franceses, que fueron evacuados de Alsacia-Mosela como respuesta a las restricciones de circulación de los nómadas. Las condiciones sanitarias y de abastecimiento dificultaban enormemente la vida en el campamento. En 1942, llegan a Rivesaltes miles de judíos extranjeros tras convertirse el campo en «centro interregional de concentración de israelitas», el «Drancy de la zona sur». El campo desempeñó entonces un papel clave en la política colaboracionista francesa al asumir el agrupamiento de los judíos extranjeros antes de su deportación a Auschwitz.

De los aproximadamente 5.000 judíos internados en Rivesaltes entre agosto y noviembre de 1942, 2.289 hombres, mujeres y niños salieron en nueve convoyes a partir del 11 de agosto de 1942. Sin embargo, más de la mitad de ellos conseguirán escapar de la deportación gracias a la labor de organizaciones humanitarias como la Cruz Roja suiza, OSE, Cimade, YMCA o Unitarian Service, sin olvidar al representante del prefecto, Paul Corazzi. En menos de dos años, 17.500 personas fueron internadas en Rivesaltes: el 53% eran españoles, el 40%, judíos extranjeros, y el 7%, gitanos franceses.

Réfugiés 1941-1942 rivesaltes
Bâtiment du camp de 1941-1942 rivesaltes
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La ocupación alemana y la Liberación

1945 - 1948

Unos diez días tras la ocupación de la zona sur, el 22 de noviembre de 1942, las tropas de ocupación alemanas vaciaron el campo para destinarlo a su función original, la de cuartel para las tropas que se encargaban de la defensa de la costa.

Los internos que aún quedaban ahí fueron trasladados a otros campos, como Gurs o Saliers, o destinados a los «Grupos de Trabajadores Extranjeros». Tras la Liberación, el campo de Rivesaltes se convirtió en un centro de permanencia vigilado para sospechosos de colaboracionismo (1944-1945) y en prisión para prisioneros de guerra de los países del Eje (1944-1948); había alemanes, austriacos, italianos y húngaros, así como españoles y soviéticos. Muchos de los detenidos fueron empleados para realizar trabajos en la región hasta que fueron liberados.

image d'archive du camp 1945-1948 rivesaltes un groupe d'homme se prend en photo
Les bâtiments du camp en 1945-1948 rivesaltes
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De la guerra de Argelia a la llegada masiva de los harkis

1962 - 1964

La guerra de Argelia dejó también su impronta en la historia del campo de Rivesaltes. Muchos de los reclutas que partían hacia Argelia pasaban una breve estancia allí antes de embarcarse en Port-Vendres para cruzar el Mediterráneo.

Una parte del campo de Rivesaltes retomó también su función penitenciaria de posguerra con la creación, entre enero y mayo de 1962, de un centro de reclusión para militantes o simpatizantes del Frente de Liberación Nacional (FLN).

Al final de la guerra, cuatro bloques del campo fueron transformados en centro penitenciario para nacionalistas argelinos del FLN. Pero fue en septiembre de 1962, pocos meses después de la firma de los acuerdos de Evian, cuando llegaron al campo los efectivos auxiliares que sirvieron con el ejército francés en Argelia, los denominados harkis. El campamento de Rivesaltes se convirtió entonces en un «centro de acogida de franceses de origen norteafricano» (FSNA, en sus siglas en francés). Allí llegaron aquellos que habían podido huir de Argelia con sus familias y que, en la mayoría de casos, habían pasado por otros centros de reclusión, como Bias, Bourg-Lastic o Larzac. Ante la gran afluencia y el estado ruinoso de los barracones de obra, en un primer momento se instaló a las familias en tiendas militares de campaña. A las dificultades materiales y el hacinamiento se sumaron la angustia y el dolor que provocaba el exilio. El viento y el frío del invierno de 1962 no hicieron sino empeorar las ya de por sí precarias condiciones de vida. Cuando por fin las familias pudieron ser realojadas en los barracones, la vida en el campo fue organizándose poco a poco. Pero la integración de los antiguos combatientes y sus familias no fue fácil; repudiados por la Argelia independiente y, por consiguiente, por una parte de la opinión pública francesa y por aquellos que los rechazaban por ser árabes, fueron durante mucho tiempo marginados por el Gobierno francés.

Muchos de ellos acabaron trabajando en las minas, la siderurgia y las industrias del norte de Francia, o se trasladaron progresivamente a bloques urbanos de viviendas especialmente diseñados para acogerlos, así como a los 75 asentamientos forestales situados principalmente en el sur y el sureste (uno de ellos en el campo de Rivesaltes).

El campo de tránsito de Rivesaltes se cerró oficialmente en diciembre de 1964 tras pasar por él casi 21.000 harkis y sus familias. Sin embargo, hasta marzo de 1965 se mantuvo como aldea civil provisional. Las últimas familias que abandonaron el asentamiento forestal de Rivesaltes fueron reubicadas en el complejo de viviendas de Réart, en la localidad de Rivesaltes, en 1977.

Les tentes du camp 1962-1964 rivesaltes
Groupe de travailleurs du camp 1962-1964 rivesaltes
1964

De la descolonización a los nuevos indeseables

Después 1964

Cuando los harkis se hubieron marchado, y hasta marzo de 1966, los barracones del campo alojaron a militares de origen guineano que habían servido a Francia, así como a sus familias. El Estado francés trasladó a unas 800 personas en total, entre hombres, mujeres y niños, al campo de Rivesaltes. Durante este mismo periodo, el campo también acogió a un pequeño grupo de militares norvietnamitas procedentes de Indochina.

De esta manera, el campo recuperaba una vez más su función militar. Sin embargo, entre 1986 y 2007, en un nuevo giro de la historia, uno de los bloques del campo se convirtió en un pequeño centro de retención administrativa para extranjeros expulsables. Dicho centro será finalmente transferido en noviembre de 2007.

Groupe de femme africaine réfugiés au camp 1964 rivesaltes