Resumen: El día siguiente de la firma de los Acuerdos de Evian, el 18 de marzo de 1962, algunos harkis y sus familias son víctimas de actos violentos por parte de miembros del Frente de Liberación Nacional (FLN). Con la independencia de Argelia, el 3 de julio de 1962, la situación empeora. Mientras decenas de miles de harkis son asesinados y otros tantos encarcelados, casi todos los demás sufren el repudio de la sociedad que les reprocha haber servido bajo bandera francesa. En virtud de un decreto francés del 21 de julio de 1962, pierden la nacionalidad francesa.
Entre junio de 1962 y finales de 1963, a pesar de las medidas adoptadas por las autoridades francesas para que se quedaran en la Argelia independiente, unas 90.000 personas (hombres, mujeres y niños) cruzaron el Mediterráneo buscando refugio en Francia. Sujetos a la autoridad militar francesa, 43.000 harkis, después de transitar por campos en Argelia, fueron instalados en campos en Francia. Estas familias serán tratadas como «refugiados» a los que hay que tener bajo vigilancia, y no como «repatriados» como los europeos que también tuvieron que abandonar Argelia. Unas 22.000 personas —más de la mitad— acabarán en el campo de Rivesaltes. Esta cifra convierte a Rivesaltes en el lugar más representativo de la historia del exilio de los harkis.
Esta publicación reúne diecisiete testimonios vitales que permiten ilustrar la tragedia que vivieron estas familias de harkis cuando finalizó la guerra de Argelia. Once mujeres y seis hombres compartieron la experiencia de una vida de sufrimiento en este campo en el que fueron relegados durante periodos que van desde algunos meses hasta los dos años.